lunes, 8 de junio de 2009

Luna y su camino

Por las noches, la luna dibuja un camino infinito sobre el mar. Es un camino curioso, que a diferencia de los demás, te sigue a donde vayas. Sobre el final del arcoiris se dice que hay riquezas y duendes. ¿Por qué nadie ha escrito sobre lo que hay al final del camino nocturno de la luna?

Puede ser que en el extremo opuesto de este singular camino encontremos el nirvana fácil, los verdaderos secretos del poder de los shakras, o la ecuación igualada de la teoría unificada. No sé qué hay, pero estoy seguro es algo grande, hermoso, misterioso y sublime como su creadora de plata. Es una mera idea como muchas otras que llegan para ser amadas u odiadas. Pero ésta idea me gusta de más, y la encuentro bella e infalible.

Nada puede derribarla.

Para entrar al camino de la luna necesitas robar un bote, uno de esos pequeños que nuestros abuelos pescadores usaban. Te sientas de espaldas a la luna y remas con brío por mucho tiempo. Cuando te canses, sueltas los remos y dejas a las olas hacer su trabajo. Recuerda: el camino te sigue. Luego sueñas que la luz del camino se hace más tenue y que el secreto que posee en el final decide no esperar más y viene hacia ti.

Sounds like a plan.

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