martes, 9 de junio de 2009

Entrar a la jungla

Sobreviviendo

El ambiente laboral es usualmente comparado con la ley de la selva, un entorno donde nadie es realmente tu amigo, y todos son potenciales judas en pos de sacrificar cualquier lealtad por un pequeño avance en la carrera de ganar más dinero y tener más poder y prestigio.

Sucede que a veces es cierto. En algunas ocasiones no tanto. Lo que sí, es que la sensación siempre está latente.

El objetivo principal de cualquier estudiante universitario hoy en día es obtener un trabajo, pero ya no son los únicos buscando un punto dónde recibir un salario por sus genialidades. Tenemos también a las decenas de miles de personas recortadas en los últimos meses.

Es una jungla allá afuera.

La principal arma para combatir en este medio es el curriculum vitae, ese documento que importa tanto y del que poco sabemos. He aquí algunos tips aprendidos por las buenas, pero más por las malas.



Duele, pero es verdad: la gente no tiene tiempo para ti.

Juan Equis me pidió echarle una ojeada a su curriculum. Cuando me hizo entrega de lo que parecía una manuscrito revisado del nuevo testamento mis cejas se arquearon a là María Felix. Con apenas un título universitario, Juan osaba mostrar fotocopias incluso de sus diplomas de kindergarten. No navegué mucho a través del papeleo, pero podrían haber incluido fotocopias del diario de su abuelita contando lo orgullosa que estaba de su adorado nieto.

Se breve. Es en serio. Se breve. Las únicas memorias en el mercado que la gente quiere leer son las de Gabriel García Márquez, Mario Benedetti y Selena. De ahí en fuera, olvídalo. Duele saberlo, pero no eres tan importante. Y si lo fueras, no estarías preocupado por tu curriculum.

No quiero lastimar tu ego, pero a menos que tengas una maestría o doctorado no pases de una hoja. Repito, breve es mejor.



OK. Ya eres breve. Ahora se organizado.

Por increíble que te parezca, el orden que tenga la información refleja tu claridad de ideas, la forma en que tu mente opera. Si no eres capaz de ligar los sencillos módulos que componen un curriculum vitae, no deberías creerte capaz de aplicar para un puesto que requiere toma de decisiones un poquito más complejas.

Datos de contacto, información personal, especialidad, experiencia y referencia. Listo. Gracias. Es lo que necesitamos de entrada. Si nos interesas, y repito, si nos interesas, te llamamos para pedir más y más y más información. No funciona al revés.



Sí. La presentación importa.


No se trata de comprar pápiro heriático para que tu curriculum sobresalga con facilidad. Pero al abrir el folder quiero encontrar una foto de la persona que estoy evaluando, y un papel limpio, claro y con letras serias. No Comic Sans Script, no tu foto de guapo/a en el antro, y mucho menos papel rosado perfumado. Eso únicamente le ha funcionado a Reese Whiterspoon y ello porque terminó acostándose con el que la contrató.

Y el asunto no va por ahí.



Se honesto.

Esta es mi parte favorita. Nos gusta pensar en nosotros mismos con la mejor de las percepciones. ¿Idiomas? ¡Claro! Hablo español al 100%, Francés al 10% (sé decir "oui" y "oh la la") e Inglés como en un...60%....no, mejor 70%. Bueno, 75%.

Eso es una estupidez. E igualmente estúpidos son los empleadores que anuncian puestos de trabajo solicitando "80% de inglés". Ninguna empresa seria, de talla internacional y con verdadera necesidad de aplicantes duchos en el idioma pondría algo así. Piénsalo: ¿cómo vas a demostrar que hablas un porcentaje dado de cualquier idioma? ¿cómo mides eso? ¿quién te dice que hablas 100% de español? Puedo agarrar el diccionario y estoy seguro te muestro cientos de palabras que no has escuchado nunca en tu vida.

Lo que tú necesitas es probar que hablas el idioma o que lo estás estudiando. "Terminé cursos de portugués en tal escuela", o "Actualmente cursando italiano básico en tal lugar", o mejor "Obtención de tal puntaje en el TestDaF (idioma alemán) en tal fecha".

Eso es objetividad. Y es lo que queremos saber. Nadie queda peor que tú si al final del día logras una entrevista y tu 10% de Francés resulta ser apenas cinco palabras y hasta eso, mal pronunciadas.



No entregues curriculums en serie.

Es increíble la cantidad de gente que elabora su curriculum lo mismo para aplicar al puesto de chef, administrador de sistemas, cajero, chófer particular de primer ministro, maestro, policia y cualquier cosa que salga en el periodico. Van a todos estos lugares y entregan el mismo papel como si el perfil requerido fuera igual.

No es así. Yo te quiero para maestro, necesito que enfoques eso, no lo bien que sabes partir narices y someter a todos los chicos peleoneros a tu alrededor. Para eso, mejor aplica para policia judicial.

Si entregas curriculums en serie, obtendrás respuestas en serie: nosotros te llamamos, gracias.



Pide retroalimentación, pero no a cualquiera.

De la misma manera que no le preguntarías al barrendero - sin demeritar a nadie, pero bueno - su opinión en tu próxima compra de un auto último modelo, tampoco le pidas a un compañero de generación su opinión sobre tu curriculum. Busca a un viejo lobo de mar, papá, mamá, tío, amigo, alguien que ya haya navegado en los ríspidos mares laborales y que pueda darte ideas reales, aunque sean malas. Busca a alguien con experiencia.

Suerte. Y si aprendiste algo, me debes una cerveza.

No hay comentarios: