domingo, 31 de mayo de 2009

Aquello de lo que están hechos los sueños

La invitación revestida de pomposidad y celeridad llegó a sus manos junto con el desayuno instántaneo.

- Gracias. Buen día. - despidió al mensajero y enseguida rompió el sello lacrado de cera que representaba un simbolo y servía como un algo protector. La pequeña y contrastantemente simple tarjeta del interior rezaba:

Usted ha sido invitada
a participar en
la reunión del ego
de Abraham.

La invitación no decía más. Tal parece que hoy en día la hora, fecha y lugar eran considerados minucias en la etiqueta social y ella no se había enterado. No tuvo mucho tiempo de preocuparse por esta cuestión. De repente, como en el inicio de un viaje sideral, un destello de miles de millones de lumens la llevó al centro de la reunión: amplio salón rodeado por ventanales que enmarcaba la nada-y-todo de allá afuera. Se dio cuenta que vestía elegantemente sin resultar demasiado cargada. Era justamente aquel vestido verde que tanto había gustado a Abraham. Qué raro.

Caminó a una de las largas y bien servidas mesas de coffee break y tomó un poco de agua. En su actitud fingida de indiferencia no cabía la posibilidad de echar un vistazo concentrado sobre quienes le rodeaban, pero podía salvar las formas bebiendo tranquilamente como quien no tiene preocupación alguna. Bebió. Y vió.

Todas eran mujeres. Variaban en un rango de diez años unas de otras. A algunas las había visto en fotos, y otras le resultaban vagamente familiares. Todas se paseaban con naturalidad y - típico del género - ninguna parecía tener problema en comenzar una larga conversación con otra por el menor motivo. Decidida a indagar más, leyó atentamente el folletín que anunciaba el programa de la reunión.

Reunión del Ego de Abraham
Programa de actividades

¿Por qué nos enamoramos tanto de Abraham?
Panel de discusión. Moderado por Katya.

Haciendo el amor con Abraham: ¿dicha o tristeza?
Panel de discusión. Moderado por Jessica.

Nuestro día más bello juntos.
Exposición corta por Cecilia.

Cómo ganar una pelea con Abraham.
Exposición corta de Gloria.

La aburrida rutina de un novio como Abraham.
Exposición corta de Mercedes.


Y la lista continuaba. Ya cansada de leer el nombre de su ex-novio por todos lados, y a punto de vomitar por la ridículez de los títulos, decidió que debía partir para luego cambiar de opinión cuando encontró su nombre escrito al final de la magna conferencia Consejos y advertencias en la aventura de ser novia de Abraham.

Are you ready for your talk? - le preguntó una ojiverde que a todas luces era Katherine, la ex novia checa o de un país de esos. Aunque la expositora de nuestra magna plática hablaba un inglés perfecto - fruto de su cara educación que no dudaba en demostrar en todo momento - pretendió no entender la pregunta. La checa repitió cortésmente en español.

- ¿Qué plática? Yo no voy a dar ninguna plática - expresó contrariada. La rubia extranjera mostró su linda sonrisa cautivadora y le explicó pacientemente. Luego viendo las dudas de su interlocutora la acercó con las demas, brazo a la cintura y voz cálida.

- ¿Cómo? ¿Aún no entiendes? - la interrogaron a coro.

Las miró a todos con la misma expresión que un moribundo usaría para responder a la pregunta de cómo-te-sientes-en-este-momento.

- No entiendo nada - respondió finalmente ya con ganas de llorar. - Quiero irme, ¡no sé qué hago aquí!

Una de las nuevas integrantes del circulo a su alrededor la tomó de la mano y la separó. Era mucho mayor que ella, pero aún resultaba una mujer muy guapa. Si no recordaba mal, era o había sido compañera de trabajo del - ahora idiota - de Abraham.

- Linda, soy Camila. No te puedes ir - indicándolo más como un hecho irrefutable de la vida que como una prohibición tajante. Continuó:

- Tú tienes la plática principal a tu cargo.

- ¿Pero por qué? ¡No entiendo! ¿Yo qué soy? ¿Por qué me escogieron a mi?

- Fue el ego de Abraham el que te escogió. Las chicas y yo llevamos un poco más de tiempo en este sueño y créemos en conclusión que al ser la mujer que estuvo más tiempo con él eres la opción lógica para dar consejos... - guiño de ojo - ...y detalles.

La chica confundida ya no quería llorar. Iba pasando a ese estado entre la rabia no consumada y la indignación conquistadora del temple.

- ¿Y si abro la puerta y me voy?

Camila rió ante pregunta tan tonta.

- No te puedes ir. Si abres la puerta, únicamente verás aquello de lo que los sueños están hechos.

Una chica de apenas veinte años, enfundada en ropa interior, anunció a todas que era de comenzar con la plática principal.

Vale. Total, sí tenía muchas cosas qué decir. Y ahora sentía que todas eran sus amigas.

Craso error del ego.

1 comentario:

Anónimo dijo...

ahh pinche abraham cabron!