domingo, 21 de septiembre de 2008

Neal Stephenson: la crítica imposible

Dentro del mundo de la tecnología hay obras maestras, actos deslumbrantes y hordas de fanáticos que veneran productos, ideas y personas. El trabajo de un autor que hoy les quiero presentar es tan determinante para ésta época y mundo high-tech que se podría decir tiene igual relevancia para los verdaderos tecnófilos que los textos sagrados para un religioso.

Se llama Neal Stephenson y el cabrón es un pinche genio. Decir menos de eso es insultar la inteligencia de quienes hemos leído - y digerido apenas a medias - el vasto universo que ha creado lo mismo en los siglos XVI y XVII que en los modernos días post punto com.

He pensado durante ya unos tres años - cuando por primera vez me topé con su trabajo - en qué reside el encanto de leer a Stephenson. Podría ser en sus ideas, su estilo, su temática, o la voluminosidad de sus escritos. Véamos uno por uno.


Ideas

En Criptonomicón - de sus obras mi favorita, si es que tuviera que elegir una - Stephenson mezcla una cantidad tal de ideas que el lector puede verse abrumado si no cuenta con una extensa lista de conocimientos financieros, matemáticos, técnicos, geopolíticos y un sentido del humor que raya entre el sarcasmo cruel y la broma estilo bomba-teledirigida. Lamentablemente - y no - Stephenson no es para todos. Y esa élite que formamos quienes nos hemos vuelto sus consumidores nos sentimos iluminados al final de cada uno de sus libros.

Stephenson no es compasivo. Si tiene que desarrollar una ecuación diferencial para explicar uno de sus puntos no lo va a pensar a dos veces y te va a meter en un tratado de matemáticas contempóraneas acompañado con un ensayo de por qué influye en la trama de la manera en que lo hace. Y cuando pienses que ya has salido de ese primer tobogán lúdico mental te darás cuenta que estás entrando a otra espiral infinita multicolor de ideas que se siguen multiorgasmicamente una tras otra.

Lo mismo te habla de la creación de la moneda - El Sistema del Mundo-, la nanotecnología y sus implicaciones sociales - La Era del Diamente: manual ilustrado para señoritas - que de virus informáticos con raíces etruscas capaces de transformar al mundo real y virtual - Snow Crash, sin olvidar la manera correcta de crear, dirigir, mantener y hacer tener éxito a una empresa emergente de tecnología como en Criptonomicón.


Estilo

Su estilo. Si he de ser sincero, sé que esto es lo que más me gusta de él. Es sarcástico como el que más. Pero es un sarcasmo inteligente, mordaz, preciso y necesario. Sí, necesario. ¿Cómo hacer una broma sobre la matanza de esclavos en las filipinas de la segunda guerra mundial si no es con la herramienta del escarnio? Que alguien lo intente, lo muestre al mundo y que tenga éxito para entonces dilucidar al respecto.

En su estilo lo más destacado del análisis a que uno lo puede someter es la comparación. Stephenson confía en el cúmulo de lectores ávidos e inteligentes que lo siguen. Les decía párrafos arriba que no tiene contemplación alguna y sin embargo, resulta que la tiene un poco. En los puntos cumbres, Stephenson siempre clarifica con una comparación tan ajena al tema que resulta tan divertida y reveladora como entender el concepto "conocer" en términos biblicos.

Stephenson es directo. Pero no ahorra en detalles. Estos dibujan la escena tan coloridamente como el mejor cineasta podría soñar. Y en nuestras mentes formamos sus personajes y sus lugares con tal nivel de rasgos que uno los lleva para etiquetar el mundo por todos lados. Y si no, preguntenme a mi, que conozco a una hermosa y fría Eliza, y que trabajo con un Shaftoe, y que estudié con un Waterhouse, y que tuve una novia igualita a Y.T., y que veo a Nell como mi propia hija.


Temática

En alguna entrevista Stephenson intentó aclarar por qué clasificaba sus escritos como ciencia-ficción, dado que muchos no los entienden así al no contar con los elementos típicos. El mismo lo explica - y he aquí mi burda traducción:

"Existe una aproximación particular de la ciencia ficción para el mundo, y no tiene nada que ver con el futuro. No tiene que estar en el futuro para nada. Solía leer antologías de ciencia ficción cuando era un niño - habrían 10 historia de cohetes y pistolas de rayos, y habría una extraña historia de Robert Bloch ubicada en algún pueblo en los cincuentas que no tenía ciencia, ningún contenido tradicional de ciencia ficción, pero en la mente de alguien era claramente ciencia ficción. Tenía esa aproximación de la ciencia ficción: un darse cuenta que las cosas podrían haber sido diferentes, que éste es uno de varios mundos posibles, que si vinieras a este mundo desde algún otro planeta, este sería un mundo de ciencia ficción."

Y es que sus novelas son tan realistas, tan plausibles sus escenarios, que llamar ciencia ficción a su contenido no es el primero de los géneros que llega a la mente. Parece más el trabajo de un filósofo-historiador consumado que de un nerd muy bien dado con las letras.


Voluminosidad

Sus libros son para valientes, pero sobretodo, para fieles. No es el libro de bolsillo que terminarás en cuatro dias o menos à la Carlos Cuauhtemoc Sánchez o cosas así.

Sus obras en inglés ya resultan enormes, con ediciones de mil páginas encuadernadas a todo lujo, que cuando traducidas al español son imposibles de envasar en un sólo cuaderno. Es negocio, pero a la vez es un arte no contenido. Stephenson nació para desbordarse y lo sabe. Y se aprovecha de ello.

El traductor de su obra a nuestro idioma es un español que ha hecho un trabajo formidable. Por ahí tiene su web donde explica el proceso y él mismo se cuenta como un fanático de la obra de N.S.

Libros tradicionales que le cupieron en un sólo volumen: Snow Crash y La Era del Diamante. Libros que es uno solo pero aglutinado en varios: Criptonomicón con tres, y El Ciclo Barroco con "solamente" ocho.


Conclusión

Hay un gran problema al leer un libro de Neal Stephenson: el siguiente se tiene que superar, o al menos mantener. Y no aceptaremos menos. Y hasta el momento no ha defraudado a nadie. Las largas esperas entre libro y libro sólo son soportables con la gran cantidad de ideas y conceptos por digerir que nos entrega una vez que ha culminado uno de sus proyectos.

Tendremos que mostrar algo de adaptabilidad mientras llega lo siguiente que sea que nos tenga preparado ;-)

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